EUROPA
PRESS
14 septiembre
2018
Cómo
recuperar la piel y pelo tras los excesos del verano
En el verano nuestra piel está más
expuesta al sol y a otros factores ambientales, por lo que termina más dañada
de cómo empezó la temporada. El sol y el fotoenvejecimiento que provoca es el
factor que más influye en el daño a la piel, pero también es época de picaduras
de insectos, o es un tiempo en el que utilizamos calzado abierto, por lo que la
piel de los pies se reseca más.
"Hasta el 80% del envejecimiento de la piel se
considera que es por el sol. Es el agente que más influye en el envejecimiento
de la piel. Provoca el fotoenvejecimiento así como daños en el pelo, un hecho
que suele olvidarse", advierte en una entrevista con Infosalus
la doctora Ana María Molina, dermatóloga del Hospital Universitario Fundación
Jiménez Díaz (Madrid).
Así, la experta lamenta que el problema reside en que
"hay poco que hacer tras un daño solar", ya que el daño por el sol ya
se ha producido en la piel. "Hay poco que hacer una vez que te has puesto
moreno. La melanina es un pigmento marrón que el cuerpo produce cuando le da el
sol. Se coloca por encima del núcleo de las células de la piel para proteger al
ADN. Entonces en el momento en el que te pones moreno tu piel está dañada. Además,
la piel tiene memoria y es difícil de reparar. Por ello, siempre, lo ideal es
prevenir", aclara.
En este punto, Molina describe que, a nivel general, los
principales daños que se producen en la piel tienen lugar en las zonas más
expuestas, tales como la cara, los pies y los hombros.
"Cada vez hay más fotoprotectores que pueden reparar el
daño celular pero es muy leve. El sol también reseca mucho la piel y por eso
después del verano se hace tanto hincapié en la hidratación de la piel",
subraya la especialista de la Fundación Jiménez Díaz.
A pesar de la creencia popular, Molina rechaza la afirmación
de que para una mayor hidratación de la piel sea necesario beber más agua de lo
normal. "No hay que beber más agua para hidratar la piel. Por mucha más agua,
tu piel no va a estar más hidratada. No hay que beber más agua porque se tenga
la piel seca. Para hidratar la piel hay que ponerse cremas y pomadas espesas
sobre la piel, creando una película para que no pierdan tanta agua (en verano
se evapora más agua de lo normal). Pero por más agua que se beba, la piel no va
a estar más hidratada", añade la experta.
En cuanto al daño que se produce en el verano sobre el pelo,
fundamentalmente producido por el sol, la dermatóloga explica que éste tiene
lugar al dañarse la melanina y la queratina que contiene el cabello.
"Por eso después del verano se decolora el pelo, coge
ese color tan claro, porque pierde melanina. Mientras, la estructura del pelo
queda dañada, y el pelo nos queda más estropajo. El daño a la melanina es
irreversible, se ha aclarado y no hay nada que hacer. Pero la queratina se
puede mejorar con mascarillas nutritivas, o con aceites para usar en la zona
más dañada (de la mitad hacia final del pelo) por ejemplo", recomienda la
doctora Molina.
En cuanto a los pies, sobre todo más que las manos, Molina
subraya que como en verano se emplea más un calzado abierto, al andar se forman
callosidades, se vuelve la piel más gruesa, se seca y suele agrietarse,
especialmente en la zona de los talones. "Para los pies es conveniente
usar hidratantes súper espesas, siendo la vaselina pura el mejor recuperador de
pies, en oclusión con algún calcetín o plástico de cocina, junto con algún queratolítico o un exfoliante para poner la piel más
fina", subraya.
La doctora Molina considera que el comienzo del nuevo curso
y la etapa después del verano es la mejor época para una revisión de lunares,
para ver cuál es el estado de la piel y si, por ejemplo, hay alguna peca nueva
o mancha que nos llame la atención.
También después de verano cree que es un buen momento para
tratar aquellas imperfecciones que han aumentado durante la época estival, ya
que la piel se ha dañado más, las manchas se previsiblemente se hayan
acentuado. "Muchos tratamientos estéticos como el peeling,
o el láser no se pueden hacer en verano, pero si una vez finalizado éste sea un
buen momento para aquellos tratamientos estéticos, sobre todo a nivel
facial", celebra Molina.
Con todo ello, y una vez finalizado el verano, la
dermatóloga de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid recomienda no suspender la
fotoprotección diaria en la cara a lo largo del año, especialmente las de
farmacia ya que, a su juicio, suelen ser productos más avanzados y completos.
Por otro lado, la experta insiste en que el moreno no está
de moda y si a alguien le gusta estar moreno una forma saludable de conseguirlo
es mediante el uso del autobronceador. "Te da ese color moreno pero no
daña tu piel y es una alternativa muy buena. No protegen del sol pero tienes
ese color dorado que te gusta. Hay que emplear siempre el fotoprotector solar
con ellos", subraya.